miércoles, 23 de marzo de 2011

BALI

Buff, ahora si que puedo decir buff.

Que pasada, que locura, si me hubieran dicho que mi llegada a Bali iba a ser asi, hubiera pensado que exageran. Hay que tener en cuenta que venia falto de reflejos y con un gran Jet Lag de este, asi que lo ultimo que queria era pensar.
Lo primero, decir que el piloto antes de aterrizar a dado una vueltita por la costa, asi que he tenido una vista aerea del mar muy bonita desde la ventana de mi asiento. Nada mas aterrizar, me he acojonado viendo las colas que habia para obtener el visado. Colas que por suerte me he podido saltar gracias a que me lo habia sacado con antelacion en la embajada indonesia en madrid. Nada mas pasar el control de inmigracion ha empezado la locura: el sitio que tienen los aeropuertos para recoger los equipages, que normalmente es un sitio tranquilo y silencioso, estaba abarrotado de gente y maletas tiradas por el suelo y de unos señores uniformados de azul con una chapa en la que ponia: "Porter". Bien, pues esos señores pueden llegar a ser muy pesados.
Uno de esos porters ha decidido ignorar mis reiterados "no necesito ayuda"s y ha decidido que si me llevaba la tabla hasta la salida yo le iba a pagar, segun el, cinco eurazos. Ya... yo tengo cara de tonto, pero no tengo la cartera asi de llena. El muy pesado ha insistido y ha insistido hasta el punto de no dejarme coger la maleta a mi. Entre el y otro compañero suyo han intentado agobiarme hasta el punto en que pagara para que me dejaran en paz. Bien, pues me han agobiado hasta el punto en el que he tenido que mandarles a tomar por culo a los dos.
Despues de eso les ha tocado el turno a los taxistas: mirara donde mirase habia alguno diciendome:
-Taxi?
-No
-Yes?
-No
-Yes?
-No!
-Yes.
Pesados... Y yo que me imaginaba que al llegar aqui tendria una especie de desesperacion solitaria, que no sabria que hacer, y que estaria viendo como el mundo se mueve a mi alrededor sin saber yo a donde moverme... pues no, eso es imposible aqui. Me he parado un rato, pensando si cambiar divisas en un "autorized money exchanger" en el que sabia que me iban a timar, para poder pagar el taxi. En ese momento ha venido el mas amablemente pesado de los seres habitantes en la faz de la tierra, y me ha dicho que me llevaba, que no cambiase ahi el dinero, que me cobraba en euros y me decia un sitio mejor para cambiar sin que me timen.
Bueno, el tio ese pretendia cobrarme un paston desmesurado por llevarme al hotel, cosa que yo no estaba dispuesto a pagar. Por pura casualidad me he encontrado con un tio que resultaba ser catalan llamado Alex, y entre los dos le hemos pagado una cantidad mas justa pero ahun asi demasiado alta para como van las cosas por aqui.
Y ahi ha acabado el primer episodio de locura. Hemos llegado al hotel, hemos decidido compartir habitacion, con lo que nos hemos ahorrado un dinerito, y por fin mi cabeza ha podido descansar, sumergida en la piscina del hotel, que tiene el agua a temperatura pis: una delicia.
Hemos aprovechado para dar una vuelta por Legian, que es el sitio horroroso en el que ahora me encuentro y del que espero irme pronto cuando me adapte y me oriente un poco. Esto es como ir al mediterraneo y aparecer en Salou.
El catalan, al igual que yo, no tiene muy claro que va a hacer a partir de mañana, solo que yo tengo la habitacion cogida para tres dias (por lo del visado), y el puede irse mañana. Aunque asi esta bien, en tres dias puedo hacer las cosas bien y tranquilo. Lo primero es alquilarme una moto, para lo cual espero tener ayuda: Aitor me dio el contacto de un chico que vive aqui, que tiene una tienda de ropa, y que conoce el tema por aqui. La verdad es que un contacto asi te puede salvar mucho si estas solo en un sitio tan diferente y desconocido como lo es este.
Como se puede ver, la llegada a Bali ha sido un poco tortuosa y extrana, muy diferente a como me la esperaba. Eso si, tambien he saboreado el lado amable: la piscina caliente, con la birra fria, el plato de nasi goreng y las hamburguesas que me he metido entre pecho y espalda... eso ha sido algo que ha hecho que me olvidase de los porters y el taxista pesado ese.
Hasta mañana gente.
Un beso.

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